Es sorprendente cómo podemos acomodarnos a ciertas situaciones.
O quizás con el tiempo sentir que ya no nos preocupan tanto, o que ya no nos afectan tanto.
¿Será eso madurar?
Me encuentro a mi misma en un remanso de pensamientos en el que floto sin saber realmente si me preocupa o no que las cosas no salgan como yo planeo.
Las prioridades parecen haber cambiado y aunque no lo parezca, este parece ser el mejor momento para grandes cambios que poco tienen que ver con lo laboral.
Me faltan muchas cosas, pero en este momento no lo lamento. Hasta siento paz.
Crezco, crezco. Y aunque creo ser la misma a veces hasta me desconozco.
de rAnita nOe
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