Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2016

1177

Entre nosotros solo han quedado las preguntas que no me has dejado hacer. Preguntas que de vez en cuando me asaltan en el momento previo a que me deje abrazar por el sueño. Pero no te sueño. Me sueño a mi misma. Y dedico mis días a hacer esos sueños realidad. Porque ya no puedes decir que me conoces, aunque hayas sido parte de mi vida, aunque hayas sido causa de mi crecimiento y cambio. A veces hasta yo misma me desconozco. Quiero ser ilimitadamente yo, caminar hasta la orilla de mi mundo conocido y desafiarme a saltar. Porque contigo he aprendido que no hay límite a lo que puedo dar, y a pesar del dolor, de las lágrimas, del haberme sentido perdida, puedo ver que esa parte de mi no va a cambiar. Me construyo por mi y para mi. Me arrullo con sueños a futuro para evitar las preguntas que nunca tendrán respuesta. Porque a veces la falta de respuesta también es una respuesta. Y aunque el amor no se acaba, tampoco es indeleble al paso del tiempo. Me

1176

Hoy me han preguntado si todavía te echo de menos.  Estaba la pregunta a caballo entre la curiosidad y la extrañeza. Como si el olvido viniera con fecha de caducidad, con una guía de 10 pasos, igual que los libros que venden para dejar de fumar. No he contestado que no, ni que sí. Me ha salido un "a cada uno le lleva su tiempo". Porque ha sido más fácil que explicar que por lo menos ya no me duermo todas las noches llorando, que ya no reviso la pantalla del teléfono 700 veces al día para ver si hay un mensaje tuyo, el que mi corazón anhela pero mi cabeza sabe que no llegará. Que me he comprado un libro de poesía que trata sobre el amor y el desamor y que me siento identificada con los dos a la vez. Que hay canciones que cobran otro sentido aún después de haberlas escuchado durante años, tanto las que le cantan al amor como al desamor. No, no te he olvidado. Estoy aprendiendo a vivir sin ti. N.

incondicional

He amado. Te he amado. Puedo decir sabiendo que no me equivoco que tú has sido mi primer amor. Un amor que no elegí, que no produje ni acaparé. Vi y veo la mano de Dios en cada detalle. La veo ahora enjugando las lágrimas que resbalan por mis mejillas. He de corregirme y admitir que todavía te amo. Pero también me amo a mi misma, soy la única que lo hace de los dos. Así que recojo los pedazos que has dejado de mi corazón y me recompongo.  Poco a poco la sonrisa volverá a mis labios, un poco más y volverá a mis ojos. Y tú, tú siempre podrás decir que te han amado incondicionalmente. N.   

Días

Hay días normales. No me falta la respiración y apenas te pienso. Hay días como hoy, que parecen normales. Los recuerdos me asaltan en el lugar menos esperado, el autobús, me sorprenden las lágrimas, calientes, quemándome los ojos, estrujando el aire fuera de mis pulmones. No sé por qué hay días normales y días como hoy, en los que quisiera desenchufar los sentimientos. Duele.

escribir

Escribir para vaciarse. Para dejar la mente en blanco y que por un momento haya paz. Pelearse con los sentimientos encontrados, a veces hasta opuestos que se disputan cada segundo de mis pensamientos. No saber, no poder preguntar. Esperar. Esperar en silencio. Querer decir, sabiendo que no hay quien te quiera escuchar. Me falta esa paz de haber hecho todo lo posible, porque otra vez, quizás por primera vez de esta manera, las decisiones de otra persona limitan mis acciones. Que no mis intenciones o mis sentimientos. En esos dos sujetos he encontrado una compañía hasta ahora desconocida, no sabía yo que podía sentir así, profundo y desgarrador al mismo tiempo. No había estado yo en la posición de habérseme negado la opción de demostrar esos sentimientos que se saben y han sido correspondidos. Consume de una manera que no había experimentado antes, porque a pesar de llevarme a límites de mi misma que yo no conocía, no hay nada que pueda hacer para dejar de sentir. Para dejar de q
Me quiero. Me espero. Me tengo paciencia. Me perdono. Me gusto. Me busco. Me encuentro. Porque si no lo hago por mi, no lo podría hacer por nadie más. N
Han de tener razón los que dicen que una vez que estas completamente hundido no queda otra solución que salir hacia arriba.  Y así fue mi 2015. Desganado y hundido, asustado y retenido. Todo, y todos se tambalearon en algún momento de esos largos 12 meses. La seguridad del saber, del pertenecer, del querer. Todo.  Pero pasado, pisado.  Nuevas oportunidades, nuevas ilusiones. Nuevas palabras, espero que vuelvan, porque siento los dedos agarrotados y las ideas secas.  Nuevos miedos, pero esta vez relacionados a nuevos proyectos que estoy emprendiendo.  Poco a poco, paso a paso. Conocerme y re crearme.  Un día a la vez, con Dios todos los días.  N