Entre nosotros solo han quedado las preguntas que no me has dejado hacer.
Preguntas que de vez en cuando me asaltan en el momento previo a que me deje abrazar por el sueño.
Pero no te sueño.
Me sueño a mi misma.
Y dedico mis días a hacer esos sueños realidad.
Porque ya no puedes decir que me conoces, aunque hayas sido parte de mi vida, aunque hayas sido causa de mi crecimiento y cambio.
A veces hasta yo misma me desconozco.
Quiero ser ilimitadamente yo, caminar hasta la orilla de mi mundo conocido y desafiarme a saltar.
Porque contigo he aprendido que no hay límite a lo que puedo dar, y a pesar del dolor, de las lágrimas, del haberme sentido perdida, puedo ver que esa parte de mi no va a cambiar.
Me construyo por mi y para mi.
Me arrullo con sueños a futuro para evitar las preguntas que nunca tendrán respuesta.
Porque a veces la falta de respuesta también es una respuesta.
Y aunque el amor no se acaba, tampoco es indeleble al paso del tiempo.
Me libero.
N.
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