Me duele la gente que prefiere no estar ahí. Que se esconde de detrás de conversaciones por tener y elije el vacío de las palabras no dichas para poner distancia entre los corazones.
¿Cuándo decidimos que era mejor darse por vencidos? Se me acumula la necesidad de decir algo. Y me pregunto por qué tengo que ser yo la que vuelva a tocar a la puerta que se me ha cerrado en la cara. Se me hace vieja la tristeza, y se me empolva el orgullo. Se agrían los recuerdos y relucen las veces que fui yo la que buscó, la que mantuvo e insistió. ¿Vale la pena volver a esos caminos o debería aceptar que no se me quiso de la misma manera que yo quiero?
Me duelen 25 años de amistad que quedaron en nada.
N.
¿Cuándo decidimos que era mejor darse por vencidos? Se me acumula la necesidad de decir algo. Y me pregunto por qué tengo que ser yo la que vuelva a tocar a la puerta que se me ha cerrado en la cara. Se me hace vieja la tristeza, y se me empolva el orgullo. Se agrían los recuerdos y relucen las veces que fui yo la que buscó, la que mantuvo e insistió. ¿Vale la pena volver a esos caminos o debería aceptar que no se me quiso de la misma manera que yo quiero?
Me duelen 25 años de amistad que quedaron en nada.
N.
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