No sé hasta que punto es ser cínico contestar con un "Estoy bien" cuándo te preguntan cómo estás.
No quiero decir que estés mal. Pero tampoco encuentro la manera de ser sincera sin ponerme a hablar por los codos.
Tal vez sea que presiento que en el 99 % de los casos es una mera pregunta social, sin interés real en la respuesta.
Y me gustaría poder tomarme el tiempo necesario para contarte todas las cosas que tengo en la cabeza.
De vez en cuando la distancia nos regala conversaciones telefónicas reconstituyentes.
Aunque sea a horas intempestivas de la noche, hace bien.
Están pasando tantas cosas...
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