Han sido un par de semanas bastante peculiares.
Los árboles están empezando a ceder ante los susurros del otoño y van cambiando sus tonos verdes a unos opulentos colores que van desde el rojo sangre al amarillo oro pasando por una increíble variedad de naranjas.
Londres está empezando a sentarme bien. Y no es que hasta ahora me haya hecho ningún mal en particular.
Pero estoy persiguiendo nuevos sueños. O peleando por objetivos que alguna vez me había planteado y habían quedado relegados.
Me veo a través de los ojos de otra gente, gente que me conoce poco, gente que me conoce mucho... Y me sorprendo. Piensan cosas que no me esperaba.
Será porque también estoy haciendo cosas en mi vida que no esperaba hacer. Intento verlo como la persecución de un objetivo, aunque en el fondo no estoy demasiado convencida yo misma de como me siento al respecto. Me ronda por la cabeza ¿y si da resultado qué?.. Si no da resultado al menos no habré hecho daño a nadie.
Hoy he hecho la solicitud para ser autónoma aquí en Londres. Es un trámite diferente a España y no tengo que pagar nada para hacerlo, así que entre eso y los papeles que han de llegar sobre mi título espero poder trabajar pronto como fisioterapeuta.
Aunque en el trabajo actual me encuentro estupendamente, no me importa limpiar y estoy conociendo mucha gente. Pero echo de menos dedicarme a mi profesión. Más de lo que pensaba que lo iba a echar de menos.
Echo de menos dar clases. Otra cosa que no pensé que iba a extrañar.
Y me he dado cuenta de que llevo meses viviendo hacia atrás. Mirando más a lo que he dejado atrás que a lo que tengo delante de mi. Un poco inconscientemente he estado aferrada a situaciones y personas que me devolvían a México. Tengo muy claro que me gustaría volver. Puedo decir alto y claro "He sido feliz en la UM" a pesar de todo. A pesar de la inseguridad, de la distancia, de las dificultades.
Pero ahora tengo claro que para que la posibilidad de poder volver se concrete tengo que quedarme en Londres. Vivir, disfrutar, crecer, prosperar y ser una Noemí completa en Londres. No puedo estar esperando que los demás hagan sus aportes, tomen las decisiones, hagan su trabajo correctamente, y todo se arregle para que a mi las cosas me vayan bien.
De la misma manera que antes de venir a Londres tuve que pelear para hacer todo lo que tocaba de mi parte, ahora sucede lo mismo.
He llegado a la conclusión de que incluso estaba "arrastrando" situaciones desde hace bastante más tiempo. I don't fancy you anymore. Y la verdad es que salir adelante a veces cuesta, a veces duele, pero siempre siempre libera.
desde mi ventana
de rAnita nOe
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