El árbol de cerezo japonés tiene la característica de que rompe su corteza al crecer y ésta se va desgarrando irregularmente hasta que la corteza más nueva gana lugar.
Como el árbol de cerezo, hay en nuestra vida circunstancias que nos resquebrajan, y dejan al descubierto partes débiles de nosotros mismos que no estamos acostumbrados a mostrar.
Es un proceso inevitable, a veces doloroso, pero el crecimiento es siempre visible.
No te rindas.
de rAnita nOe
Comentarios