Espero. Espero. Y espero.
Aprendo a no desesperar, porque confío en Dios, que es más grande que yo. Y tiene mejores planes.
Las cosas que quiero quizás no salen como planeo, pero espero. Espero en Dios.
Porque cada tropiezo me hace más fuerte y cada resbalón me hace levantarme con más ganas.
No estoy sola, no.
No quiero dejarme llevar por las ensoñaciones y los quizás, quizás.
Quiero tener claras las cosas y confiar. Confiar que a pesar de no tener el control, de necesitar ayuda de los demás, de no ser autosuficiente.. sé que pase lo que pase voy a estar bien.
Y planto pelea, lucho y sé que saldré adelante.
Con la ayuda de Dios.
Hasta ahora nunca me ha abandonado, alabo su nombre.
de rAnita nOe
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