(Esta historia es la mezcla de dos imaginaciones, la de NAT* y la mia. Viene de aquí**, la terminaremos pronto, este es el principio. Disfrutad)
Andru Donals entonando su desgarradora Mishale llenaba el cuarto en penumbra. Miraba por la ventana mientras en su mente se iban traduciendo las palabras del cantante. Así se sentía; desgarrado por dentro. Las lágrimas, al igual que rodaban las gotas de lluvia atrapadas en el cristal, resbalaban de sus ojos mientras su vista se perdía en la niebla que engullía la ciudad. Desde siempre le habían enseñado que el infierno sería un lugar doloroso y abrasador en el que pagaría por sus pecados, ardiendo para toda la eternidad. Pero aún cuando no creía en un averno de certeras llamas ni en un cielo con querubines y nubes rosas; el infierno no podría ser peor que esos momentos que estaba pasando. Su infierno era frío, era un velo, una mentira, el peor de los sufrimientos. Ayer estaba tan lleno y hoy, se sentía tan vacío como la nada tras el balcón. (hasta aquí la primera participación de nat)
Ayer lleno, hoy vacío. En realidad, lleno de soledad. Sufría en carne propia el dolor del abandono. La herida crecia con cada pensamiento. Todos, todos le recordaban lo ya perdido. Besos, caricias, arrumacos, confidencias... Cada momento se acentuaba la agonía de saber que su felicidad se alejaba de el al ritmo de aquel tren donde viajaban su sueño. Hacía mucho rato que había dejado de escuchar la música, sus pensamientos se dirigían hacia aquello que le impedía moverse de esa maldita habitación. Aquella horrorosa promesa. Formulada bajo la influencia del amor le provocaba ahora el dolor más intenso, la pena más grande. Y aún sabiendolo era incapaz de faltar a su palabra. Nunca podría entender el motivo de ella al hacerle prometer semejante cosa, pero bien sabía que el nunca sería capaz de romper lo prometido Ahora se rompía la cabeza intentando encontrar una solución, aquella circunstancia que le permitiera perseguir ese tren anhelado sin romper ese juramento prestado, que cada vez le parecía más sanguinario. Mientras pensaba las lágrimas
seguían corriendo por sus mejillas como si con su correr fuera vaciandose su corazón de pena.
Cuando no hubo nada más que llorar se levanto de la cama y mientras se duchaba tomó la decisión de irse de esa habitación. Si iba a hacer algo no ganaba nada perdiendo el tiempo, demasiado valioso en semenjante ocasión, lamentandose sin hacer nada. El aire frío de la calle le golpeó la cara tan intensamente como la sensación de lograr su propósito. Una nueva convicción nació en su mente dandole un respiro a su torturado corazón.
Dado que no podía ir a la estación de tren, ni tampoco visitar el antiguo piso de ella decidió buscar algún indicio en su trabajo. Se presentó en aquella galería de arte moderno donde se habían conocido.
de rAnita nOe, colabora Nat.
*http://elpatio.blogspot.com/
**http://mondomart-ini.blogspot.com/2006/10/129-historias-de-un-hombre-de-negro.html
Andru Donals entonando su desgarradora Mishale llenaba el cuarto en penumbra. Miraba por la ventana mientras en su mente se iban traduciendo las palabras del cantante. Así se sentía; desgarrado por dentro. Las lágrimas, al igual que rodaban las gotas de lluvia atrapadas en el cristal, resbalaban de sus ojos mientras su vista se perdía en la niebla que engullía la ciudad. Desde siempre le habían enseñado que el infierno sería un lugar doloroso y abrasador en el que pagaría por sus pecados, ardiendo para toda la eternidad. Pero aún cuando no creía en un averno de certeras llamas ni en un cielo con querubines y nubes rosas; el infierno no podría ser peor que esos momentos que estaba pasando. Su infierno era frío, era un velo, una mentira, el peor de los sufrimientos. Ayer estaba tan lleno y hoy, se sentía tan vacío como la nada tras el balcón. (hasta aquí la primera participación de nat)
Ayer lleno, hoy vacío. En realidad, lleno de soledad. Sufría en carne propia el dolor del abandono. La herida crecia con cada pensamiento. Todos, todos le recordaban lo ya perdido. Besos, caricias, arrumacos, confidencias... Cada momento se acentuaba la agonía de saber que su felicidad se alejaba de el al ritmo de aquel tren donde viajaban su sueño. Hacía mucho rato que había dejado de escuchar la música, sus pensamientos se dirigían hacia aquello que le impedía moverse de esa maldita habitación. Aquella horrorosa promesa. Formulada bajo la influencia del amor le provocaba ahora el dolor más intenso, la pena más grande. Y aún sabiendolo era incapaz de faltar a su palabra. Nunca podría entender el motivo de ella al hacerle prometer semejante cosa, pero bien sabía que el nunca sería capaz de romper lo prometido Ahora se rompía la cabeza intentando encontrar una solución, aquella circunstancia que le permitiera perseguir ese tren anhelado sin romper ese juramento prestado, que cada vez le parecía más sanguinario. Mientras pensaba las lágrimas
seguían corriendo por sus mejillas como si con su correr fuera vaciandose su corazón de pena.
Cuando no hubo nada más que llorar se levanto de la cama y mientras se duchaba tomó la decisión de irse de esa habitación. Si iba a hacer algo no ganaba nada perdiendo el tiempo, demasiado valioso en semenjante ocasión, lamentandose sin hacer nada. El aire frío de la calle le golpeó la cara tan intensamente como la sensación de lograr su propósito. Una nueva convicción nació en su mente dandole un respiro a su torturado corazón.
Dado que no podía ir a la estación de tren, ni tampoco visitar el antiguo piso de ella decidió buscar algún indicio en su trabajo. Se presentó en aquella galería de arte moderno donde se habían conocido.
de rAnita nOe, colabora Nat.
*http://elpatio.blogspot.com/
**http://mondomart-ini.blogspot.com/2006/10/129-historias-de-un-hombre-de-negro.html
Comentarios
Integral?? ¡¡qué sana!!
JAJAJAJA
Besos
Animo a las 2, dos artistas como vosotras y esto no puede resistirse
Ánimo, a ver si la seguís jejeje!!
Gracias por tu visita, ha sido un placer pasar por aquí... creo que me quedaré un ratito y volveré otro día :D
Un saludo!