Los días pasan y se le escapa el tiempo. Más frágil, más encogida. Lo único que le queda es la memoria, que últimamente es menos afilada y cuando intenta recitar algo tiene que cerrar sus ojos grises para concentrarse. Me da la sensación de que se siente perdida en esta realidad que cada vez se le está haciendo más grande y confusa. Me mira desconcertada mientras me cuenta algo de su infancia y se sorprende a si misma recordando personas y lugares. Cuando te haces mayor solo te quedan los recuerdos, me dice, recuerdos remotos que no por ello dejan de ser reales. Ana sonríe y me da un beso. Vuelve pronto galleguita mía, se despide. Yo salgo temblando, los cambios han sido muy drásticos en muy poco tiempo...
de rAnita nOe
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Comentarios
gracias anónim@.. vuelve cuando quieras.