El pasado siempre vuelve. En ocasiones de la más agradable de las maneras. Ayer volvió en forma de llamada telefónica. Mi mejor amigo Zeus me llamó. Desde que nos vimos en el aeropuerto en Marzo a la hora de venirme para Argentina apenas había sabido nada de él... Ponernos al día, muchas noticias y algunos recuerdos, me alegró mucho poder hablar con él porque sinceramente me hacía falta, echo de menos a muchos amigos, eso nunca es bueno. A los amigos hay que tenerlos cerca, lo más posible, aunque hayan 14.000km de distancia entre medio. Sin embargo no desaparece el sentimiento de confianza, pues sé que por más distancia que nos separe siempre está ahí, siempre volvemos a hablar con el mismo cariño, como si hubiera sido ayer la última vez que lo hicimos.
Al igual que las monedas el pasado también tiene dos caras. Una alegre, como ya os he contando, y otra triste. Las heridas del pasado duelen, incluso cuando no se siente culpa, cuando uno sabe que hizo las cosas bien. Eso no hace que las cicatrices desaparezcan, al igual que no se borran las declaraciones de amor talladas en el tronco de un árbol joven, por mucho que pasen los años.
de rAnita nOe
Al igual que las monedas el pasado también tiene dos caras. Una alegre, como ya os he contando, y otra triste. Las heridas del pasado duelen, incluso cuando no se siente culpa, cuando uno sabe que hizo las cosas bien. Eso no hace que las cicatrices desaparezcan, al igual que no se borran las declaraciones de amor talladas en el tronco de un árbol joven, por mucho que pasen los años.
de rAnita nOe
Comentarios