Hay días en los que me siento desenfocada. Soy yo, pero cómo si no lo fuera. Quisiera estar en otro lugar, en otro momento de mi vida y parece que el tiempo se ha estancado en el ahora. Quisiera teletransportarme a algunos momentos específicos del pasado para poder asegurarte la incondicionalidad de mis sentimientos. O a algún momento del futuro para poder seguir demostrandote que estoy aquí.
Hoy no hablamos, las palabras se atragantan entre nosotros y no puedo decir lo que tengo adentro. No puedo escucharte porque te tragas tus palabras junto con el desconcierto de lo indeseado. Y la distancia se aprovecha de nosotros.
Tengo un nudo en el pecho de palabras no dichas, de abrazos no dados, de lágrimas no lloradas y de un amor que crece por momentos. Tengo un nudo en el pecho de distancia. Maldita distancia.
Siento que se abren las compuertas de una presa incontrolable y no quiero dejarme llevar por la corriente. Necesito un remanso para descansar. Para dejar que el agua arrastre todo lo que no quiero sentir, todo lo que me hace daño.
No despertaré mañana sin errores, evitando el volverme a equivocar porque cada día tengo que enfrentarme a mi misma y no salir corriendo.
Cada palabra para el oído adecuado, cada sueño para el momento necesario.
No me rindo. No te rindas.
Tetranio.
de rAnita nOe
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Mientras tanto yo voy criando unas cuantas perdices para ese final feliz.