Es difícil empezar de cero una y otra vez.
Siempre hay ilusiones nuevas, recuerdos viejos y ristra de expectativas que quizás no se cumplirán. Siempre he creído ser buena para aceptar los cambios. Adaptarme a nuevos lugares nunca ha supuesto demasiado esfuerzo, hasta ahora.
Tengo la impresión de que este último cambio, el de venir a vivir a México, ha sido el más consciente que he hecho a lo largo de todos estos años. Lo que nunca pensé es que a pesar de hablar el mismo idioma la cultura iba a ser tan diferente. Y no me refiero a la cultura popular, que es bastante llamativa en este caso. Me refiero a las personas, a como son, actúan, procesan, expresan y reaccionan.
Es como no saber donde pisar.
Esta situación me hace apreciar más esas amistades en las que no importa el tiempo, ni la distancia.
Saber que puedo descolgar el teléfono y que todo sigue igual es un tesoro. Aunque reconozco que las cosas han cambiado, los dos hemos crecido y nos conocemos más.
Hace casi tres años y medio que no nos vemos, y no sé cuánto pasará antes de que nos podamos volver a ver, pero tengo la seguridad de que cuando eso ocurra será como si nos hubieramos visto el día anterior.
Gracias.
de rAnita nOe
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