Hay veces en las que no nos damos cuenta de la magnitud de cuanto podemos echar de menos a una persona, o necesitarla en determinados momentos. Nuestro inconsciente se protege evitando que seamos conscientes, los recuerdos se guardan en cajitas de madera. Bien almacenados, para que no se conviertan en dardos que se clavan en el corazón. La vida se nos llena de miles de circunstancias, nos rodean nuevos momentos, nuevas amistades, nuevos dolores y también alguno que otro de los viejos.. Y muchas veces nuestros pensamientos se dirigen hacia esa persona, y nos damos el lujo de recrearnos en los recuerdos, sacándolos de las cajitas, cómo si hubiera sido justo ayer que los guardamos. En mis recuerdos no cabe el polvo, no se añejan ni se ponen viejos, no hay arruga que valga. Al contrario, se llenan de luz cada vez que los traigo de la memoria. Las veces que si llegamos a darnos cuenta de lo mucho que necesitamos a alguien faltan las palabras para expresarlo. Durante este año me han faltado muchas veces las palabras, por muchas personas. Por algunas me siguen faltando.. Pero ya queda poco.
de rAnita nOe
de rAnita nOe
Comentarios
Y así ellos fresquitos y felices y los demás podremos disfrutar de su lejanía.
Disfrúta la alegría del sprint final, que ese poco que queda puedas grabarlo en tu mente como un tiempo especial, para tenerlo siempre en una cajita pero de cristal y muy a mano.
Siempre Aquí
Pirilón
Un besin!
pirilón, me perdí en la primera parte.. besos
jajaja.. la verdad es que depende de la persona, varo. besos
cara a, siempre continuar.. besos y gracias por venir.