Mientras se secaba a toda prisa y corría hacia la habitación grito un -¡Ya voy!-. Dos minutos después abría la puerta con el pelo aún chorreando. Un chico bastante bien parecido sonreía desde el rellano con una mochila a sus pies y varios bultos más cargados sobre el hombro. –Tú debes ser…- dijo Ágata sin llegar a decir nada más al recordar que Nerea solo le había dicho que llegaría un amigo. –Soy Hugo, el amigo de Nerea.- Apartándose de la puerta Ágata le hizo un gesto para que pasara y lo acompañó hasta el cuarto de invitados. Tras los primeros momentos la tensión se redujo a cortas miradas de reojo. La conversación giró en torno a lo único que tenía en común, es decir, Nerea. Después de acomodarse Hugo pidió permiso para darse una ducha momento que Ágata aprovechó para llamar por teléfono a Nerea para decirle que su amigo ya había llegado. Mientras Hugo se daba una ducha Ágata entró en la cocina y deshizo las bolsas de la compra y amasó unas galletas de chocolate. Al poco tiempo llegó Nerea con la cena y cuando terminaron de poner la mesa apareció Hugo.
La cena resultó de lo más tranquila, Nerea y Hugo se pusieron al día sobre las últimas novedades y Ágata tuvo la oportunidad de enterarse de algunas cosas sobre Nerea y conocer un poco más a Hugo. Mientras recogían la mesa Hugo se ofreció a fregar los platos. Cuando terminó le dio un paquete a Nerea y ella lo abrió ilusionada. Resultó ser una fotografía en blanco y negro, el retrato de una chica llorando. Por lo visto Hugo era fotógrafo.
de rAnita nOe
La cena resultó de lo más tranquila, Nerea y Hugo se pusieron al día sobre las últimas novedades y Ágata tuvo la oportunidad de enterarse de algunas cosas sobre Nerea y conocer un poco más a Hugo. Mientras recogían la mesa Hugo se ofreció a fregar los platos. Cuando terminó le dio un paquete a Nerea y ella lo abrió ilusionada. Resultó ser una fotografía en blanco y negro, el retrato de una chica llorando. Por lo visto Hugo era fotógrafo.
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Comentarios
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